Dermatitis Atópica

  • Agregado por: Dr. Jorge Hasbún

DERMATITIS ATOPICA

La Dermatitis Atópica (DA) es un trastorno inflamatorio alérgico de la capa superficial de la piel  que se caracteriza por  prurito intenso (comezón), xerosis (piel seca) y excoriaciones. Puede encontrarse localizada en algunas zonas o involucrar grandes porciones del cuerpo.

Las erupciones o “brotes” de Dermatitis Atópica (eccema) son provocados por una reacción exagerada del sistema inmunológico (sistema de defensa) de la piel a factores ambientales y emocionales.

Las primeras lesiones de la Dermatitis Atópica son rojas y secas, con pápulas pequeñas, descamaciones moderadas y áreas de excoriación (áreas de rascado). Las áreas afectadas en forma crónica muestran líneas acentuadas de la piel y engrosamiento (liquenificación). La comezón siempre esta presente y es el factor mas importante que perpetua la enfermedad.

Generalmente comienza en la primera etapa de la vida, casi siempre después de los 6 meses de edad. El patrón de distribución de las lesiones de la DA  cambia con la edad. Hay tres fases cronológicas:

  • Fase del Lactante: se inicia en la cara, entre las primeras semanas de nacido y los dos meses de edad. Las lesiones predominan en las mejillas y respeta el triángulo central de la cara. Hay eritema (enrojecimiento), pápulas y las lesiones son húmedas. Puede extenderse a piel cabelluda, pliegues retro auriculares (atrás de las orejas) y de flexión, tronco y nalgas. En general las lesiones desaparecen a los dos años de edad sin dejar huella.
  • Fase del escolar o infantil: las lesiones aparecen de los 4 a los 14 años, edad en que cede de manera espontánea. La distribución cambia hacia las áreas de flexión de las extremidades, cuello, muñecas, párpados o región peri bucal (alrededor de la boca). El prurito (comezón cutánea) es intenso y la dermatitis evoluciona por brotes, desaparece o progresa hacia la última fase.
  • Fase del adulto: es menos frecuente; ocurre de los 15 a los 23 años de edad. Se manifiesta en las superficies de flexión de las extremidades, cuello, nuca, dorso de las manos o genitales.

 

Resulta esencial la identificación de los factores que desencadenan la DA.  Hay diferentes tipos de desencadenantes que pueden provocar “brotes” de eccema, entre ellos podemos mencionar:

 

INFECCIONES. El engrosamiento repentino de las lesiones sugiere una infección bacteriana superficial de la piel. Generalmente esto se acompaña de un incremento dramático en el prurito (comezón), y las lesiones pueden observarse rojas, endurecidas o acuosas.

IRRITANTES.  Pueden ser tanto físicos como químicos. Usualmente son fáciles de identificar, sustancias como pesticidas, diluyentes de pinturas, etc. Pero puede que otros no sean tan obvios. Ingredientes tales como el alcohol, astringentes y fragancias pueden provocar y empeorar el eccema. Estos ingredientes se pueden encontrar en cosméticos, desodorantes ambientales, papel sanitario, etc. Muchos detergentes y suavizantes de tela pueden contener químicos como fragancias que pueden irritar nuestra piel.

TEMPERATURA/HUMEDAD.  Las temperaturas extremas y la humedad pueden agravar o provocar una erupción de eccema.  Es muy útil mantener una temperatura y humedad moderadas y estables durante todo el año, aunque puede ser difícil. Con el clima cálido y húmedo asegúrese que la temperatura de los ambientes interiores se mantenga fresca con aire acondicionado. Hay que tener en mente que el aire acondicionado puede resecar la piel, por lo que se deben usar humectantes.

ALERGENOS. Los alergenos respiratorios como los ácaros del polvo doméstico, la caspa de los animales (epitelio), los hongos ambientales (la humedad), etc. pueden contribuir con los brotes de eccema. Por lo cual es importante la identificación temprana de dichos alergenos mediante la realización de Pruebas de Alergia, las cuales deben ser realizadas por el Alergólogo para así iniciar el manejo correspondiente ya sea con tratamiento farmacológico o con la inmunoterapia (vacunas para la alergia).
 

ESTRÉS EMOCIONAL. El estrés puede hacer que el eccema empeore. La mayoría de los niños con DA son inteligentes, aprensivos, hiperactivos, posesivos o introvertidos, lábiles a diversos estímulos emocionales y con tendencia a la depresión.

Pero cómo ayudamos a un niño a manejar el eccema. Lo más importante es evitar la resequedad de la piel y los irritantes. La aplicación diaria de productos hidratantes, así como el respeto de sencillas reglas de higiene, permite tratar eficazmente dicha resequedad:

  • Prefiera los baños con agua tibia. Unos cinco minutos es suficiente.
  • Evitar el uso de una esponja de baño; prefiera la suavidad de la mano.
  • Después del baño, seque la piel dando pequeños golpecitos hasta dejarla casi seca.
  • Utilice limpiadores sin jabón recomendados por su médico.
  • Utilizar un detergente suave y no usar suavizante para el lavado de la ropa.
  • Mantener cortas las uñas de su niño para evitar que al rascarse se rompa la piel. La DA hace que la  piel sea mas vulnerable a los gérmenes, que pueden introducirse fácilmente a través de heridas o grietas.
  • Preferir la ropa holgada 100% algodón, ya que reduce la sudoración, que puede ser un irritante.
  • Si las prendas son nuevas, lávelas antes que el niño las use para que estén más suaves y remueva las etiquetas para evitar irritaciones en la piel.
  • Si su niño es alérgico al polvo o a los ácaros del polvo doméstico, utilice cubiertas protectoras para las almohadas y los colchones, y lave frecuentemente la ropa de cama en agua caliente.
  • Mantenga las mascotas fuera de las camas y otros muebles, o fuera de la casa.
  • Si la comezón durante la noche es un problema, puede calmar al niño con un lienzo frío y húmedo, seguido de un humectante y un antihistamínico.

 

La DA mejora durante la infancia, siendo probable que más de la mitad de los pacientes se vea completamente libre de la enfermedad a la edad de trece años. Puede haber alguna recaída en la adolescencia o al comienzo de la edad adulta, pero la mayoría se ha recuperado al llegar a los treinta años. Sin embargo, algunos pacientes sufren el trastorno casi durante toda la vida. Es por eso que un diagnóstico temprano y un seguimiento médico por un especialista son tan importantes en la evolución satisfactoria de la Dermatitis Atópica.

FASE DEL LACTANTE. Las lesiones predominan en las mejillas y en el tronco.

FASE DEL ADULTO.  Las lesiones predominan en el cuello, en el dorso de las manos y en los pies  extremidades.

FASE INFANTIL. Las lesiones predominan en las áreas de flexión y en las extremidades.