Inmunoterapia

  • Agregado por: Clínica Integral de la Piel

La inmunoterapia alergénica es una forma de tratamiento encaminada a disminuir la sensibilidad a sustancias llamadas alérgenos. Esas sustancias se identifican con exámenes de alergia y son las que desencadenan los síntomas de alergia cuando se entra en contacto con ellas. La inmunoterapia alergénica consiste en inyectar a un paciente cantidades cada vez mayores de un alérgeno durante varios meses. Se ha demostrado que la inmunoterapia evita el desarrollo de nuevas alergias y, en los niños, puede evitar la progresión de la enfermedad alérgica de rinitis alérgica a asma. La inmunoterapia alergénica puede producir un alivio duradero de los síntomas de la alergia después de terminar el tratamiento.
 
La inmunoterapia solamente se recomienda para el Asma Alérgica, la Rinitis Alérgica y la Conjuntivitis, además de la Alergia a la Picadura de Insectos. No se recomienda la inmunoterapia para alergias a alimentos. La mejor opción para las personas con alergia a ciertas comidas es evitar estrictamente esos alimentos.
 
La edad mínima recomendada para iniciar la inmunoterapia es cinco años por diversas razones, entre ellas las dificultades que pueden presentar los niños menores para cooperar con el programa de inmunoterapia. Estudios recientes han sugerido que la inmunoterapia puede evitar el desarrollo de nuevas alergias en los niños y también puede prevenir el desarrollo del asma en los niños con rinitis.
 
No hay un límite máximo de edad para recibir la inmunoterapia. Al considerar la inmunoterapia en personas mayores, se deben tomar en cuenta otras condiciones médicas (como insuficiencia cardíaca) más frecuentes en las personas mayores y que pueden aumentar el riesgo de la inmunoterapia.
 
Si la inmunoterapia resulta exitosa, el tratamiento de mantenimiento por lo general se continúa durante 3 a 5 años. La decisión de detener la inmunoterapia debe analizarse con su alergista/inmunólogo después de 3 a 5 años de tratamiento. Algunas personas pueden experimentar una remisión duradera de sus síntomas de alergia, pero otras pueden recaer después de descontinuar la inmunoterapia. Por lo tanto, la decisión de detener la inmunoterapia debe tomarse según la persona.